Nancy y el piso de concreto como libertad
Nancy y el piso de concreto como libertad
por Erica Baum
La corriente feminista argentina, fracasó.
La perspectiva de género en la justicia argentina, fracasó.
Las políticas de las mujeres, los géneros y las diversidades, fracasaron.
El cuento es: Nancy sale de su trabajo de niñera en Palermo y, de regreso a su casa, tiene que ir a comprar "un kilo de bananas", para lo cual se dirige a la estación de trenes de Constitución, en Ciudad de Buenos Aires, deja de comunicarse con su "amor" que, ¡oh casualidad!, la monitorea y a los pocos días aparece enterrada en el contrapiso, de cemento fresco, de la casa de un remisero sita en la localidad de Ingeniero Budge, partido de Lomas de Zamora.
El principal sospechoso, ya detenido, tiene un antecedente de condena de prisión de tres años, cumplida, por asesinar a una mujer. También, alberga en su prontuario una imputación por homicidio simple, que data del año 2012 y aún sigue sin resolución judicial. Y, como no podría ser menos, cuenta con los dichos a la prensa de una vecina, llamémosle un rumor, de que intentó abusar de una menor que reside junto con su madre en una habitación que él les alquila en su casa; que la prensa amarilla califica de conventillo.
Personalmente, estoy harta del cuento.
Harta de la explotación sexual que no se previene, no se persigue y no se castiga.
Harta del narcotráfico que encubre y promueve la prostitución.
Harta de que nos usen a las mujeres como banderín de campaña política.
El abolicionismo no es una forma de vida: no soy una hippie abolicionista.
El abolicionismo es una forma jurídica y ética de limitar los delitos consistentes en la opresión y explotación humana, sexual o laboral, incluido el tráfico de órganos, principalmente cometidos contra las mujeres.
¿Se puede ser feminista y no ser abolicionista en el siglo veintiuno?
Harta de vivir en el siglo 21 como si fuera el 12.
Harta de que nuestro horizonte sea un contrapiso de concreto.
Y, principalmente, harta de los vende humo de los derechos humanos que no hacen nada para que se respete a las mujeres.
Eduquemos para la libertad y el respeto de la dignidad humana. Sostener la ignorancia popular también es tolerar la explotación humana.
La perspectiva de género en la justicia argentina, fracasó.
Las políticas de las mujeres, los géneros y las diversidades, fracasaron.
El cuento es: Nancy sale de su trabajo de niñera en Palermo y, de regreso a su casa, tiene que ir a comprar "un kilo de bananas", para lo cual se dirige a la estación de trenes de Constitución, en Ciudad de Buenos Aires, deja de comunicarse con su "amor" que, ¡oh casualidad!, la monitorea y a los pocos días aparece enterrada en el contrapiso, de cemento fresco, de la casa de un remisero sita en la localidad de Ingeniero Budge, partido de Lomas de Zamora.
El principal sospechoso, ya detenido, tiene un antecedente de condena de prisión de tres años, cumplida, por asesinar a una mujer. También, alberga en su prontuario una imputación por homicidio simple, que data del año 2012 y aún sigue sin resolución judicial. Y, como no podría ser menos, cuenta con los dichos a la prensa de una vecina, llamémosle un rumor, de que intentó abusar de una menor que reside junto con su madre en una habitación que él les alquila en su casa; que la prensa amarilla califica de conventillo.
Personalmente, estoy harta del cuento.
Harta de la explotación sexual que no se previene, no se persigue y no se castiga.
Harta del narcotráfico que encubre y promueve la prostitución.
Harta de que nos usen a las mujeres como banderín de campaña política.
El abolicionismo no es una forma de vida: no soy una hippie abolicionista.
El abolicionismo es una forma jurídica y ética de limitar los delitos consistentes en la opresión y explotación humana, sexual o laboral, incluido el tráfico de órganos, principalmente cometidos contra las mujeres.
¿Se puede ser feminista y no ser abolicionista en el siglo veintiuno?
Harta de vivir en el siglo 21 como si fuera el 12.
Harta de que nuestro horizonte sea un contrapiso de concreto.
Y, principalmente, harta de los vende humo de los derechos humanos que no hacen nada para que se respete a las mujeres.
Eduquemos para la libertad y el respeto de la dignidad humana. Sostener la ignorancia popular también es tolerar la explotación humana.
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Mujeres en la Abogacía es un colectivo de abogadas del Departamento Judicial La Plata cuyo objetivo consiste en visibilizar y abordar jurídicamente las situaciones de inequidad y desigualdad que padecemos las mujeres en distintos ámbitos públicos y privados y, en particular, en el ejercicio de la abogacía. Velamos por la promoción, protección, respeto y garantía de los derechos de mujeres, niñas y adolescentes.
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