Ocho Eme
Ocho Eme
Sé buena
Pórtate
bien
Sé educada
No
contestes
Anda a lavar
los platos
Cállate
No opines
No
cuestiones
No levantes
la voz
Perra
Zorra
Bruja
Puta
Gorda
Fea
Loca
Histérica
Inútil
Tenías que ser mujer.
⁎⁎⁎
Y, ¿Qué será "ser mujer" para un macho?
¿Y para una persona que mujer se auto percibe?
¿Y para una niña?
¿Y para una mujer?
⁎⁎⁎
Muchas mujeres compartimos el
hartazgo de ser definidas sólo culturalmente y bajo una mirada externa
cosificante, cuando no hay duda del hecho biológico que nos define: animal
humano hembra.
Sustancialmente, ponemos el cuerpo. Atravesamos
el desarrollo humano de un modo que nos distingue de los otros humanos: los
machos. Es decir, hay una cuestión vinculada a lo corporal que es un dato de la
realidad. Nuestros rasgos físicos: nuestro peso, la altura, la masa corporal,
nuestro timbre de voz, etcétera, nos distinguen. Pero, reducirnos a nuestras
funciones biológicas forma parte de la discriminación y del trato cosificante del
que hemos resultado víctimas y contra el cual luchamos incansablemente.
Entonces, ¿qué no somos las mujeres?
No somos entidades menstruantes; de
hecho, muchas mujeres no menstruamos sino es bajo una estimulación hormonal
química.
Nuestra capacidad reproductora
tampoco nos define; efectivamente, muchas de nosotras elegimos no procrear y
otras directamente carecemos de esa capacidad por disfunción biológica.
Por lo tanto, la categoría "cuerpo gestante" no nos define; es más, muchas mujeres aunque podemos fecundar somos
disfuncionales para gestar otra vida dentro de nuestro cuerpo o para desarrollar
un embarazo a término.
Tampoco todas somos maternales; en
efecto, muchas hembras rechazan a sus crías luego de parir, incluidas muchas
mujeres.
No todas somos femeninas o demasiado
femeninas o felices por nuestro aspecto femenino. Desde el punto de vista
endocrino, el eje hormonal, que refleja en el cuerpo lo femenino y lo
masculino, puede darse -en todos los seres humanos, porque es una función
biológica compartida con los machos- en equilibrio, o no, e independientemente
de la auto percepción de género que es de índole psíquica y que, a su vez,
puede tener correlato, o no, con una expresión género sensible, es decir,
con el aspecto femenino o masculino con
el que nos exhibimos socialmente.
Las mujeres habitamos la complejidad,
la ambivalencia y la incertidumbre, al igual que los hombres. Somos seres
deseantes, tal como los hombres lo son, porque el deseo, el placer y el
displacer, forman parte de la condición humana.
Al igual que los hombres, las mujeres
nos diferenciamos de los animales no humanos por la apelación a la conciencia y
al uso de la razón, esa habilidad cognitiva para analizar, evaluar, elaborar
juicios de valor y tomar decisiones autónomas. Las mujeres nos indignamos por
las injusticias derivadas de no acceder a los mismos puestos laborales a los
que los hombres acceden sin obstáculos, sentimos humillación si nos
descalifican públicamente tratándonos de locas, desquiciadas o de putas por
expresar libremente nuestra sexualidad –al igual que los hombres- y nos
repugnan los ultrajes a nuestros cuerpos y a nuestra capacidad de consentir. Esta
condición humana multidimensional hace que las mujeres seamos animales
políticos, con capacidad para tomar parte, realizar cambios y decidir sobre lo
público, al igual que los hombres.
La falta de claridad sobre todo esto
repercute negativamente en la representación visual de la mujer que efectúan los
medios de comunicación, en el diseño estratégico de políticas públicas destinadas
a protegernos y en ciertas leyes que terminan mezclando la reivindicación
legítima de algunos grupos minoritarios con la reivindicación histórica de las
mujeres contra el maltrato, la opresión socio cultural y la explotación económica
de nuestros cuerpos.
Las mujeres no somos un grupo. Ni
somos una minoría. Somos la mitad de la humanidad.
La lucha de las mujeres es
prehistórica. Es una falacia argumentar que se inicia con la vindicación del
derecho al trabajo o al sufragio. Nuestra lucha se remonta a la época en que
los machos arrastraban a las hembras de los pelos y las violaban para su auto
satisfacción.
Siendo así, ¿Por qué razón algunos hombres,
auto percibidos como seres superiores respecto de las mujeres, se siguen
comportando como animales?, y ¿por qué razón tantas mujeres en la actualidad son
asesinadas por el sólo hecho de ser mujer?
La respuesta parece obvia.
⁎⁎⁎
Mujeres en la Abogacía es un colectivo de abogadas del Departamento Judicial La Plata cuyo objetivo consiste en visibilizar y abordar jurídicamente las situaciones de inequidad y desigualdad que padecemos las mujeres en distintos ámbitos públicos y privados y, en particular, en el ejercicio de la abogacía. Velamos por la promoción, protección, respeto y garantía de los derechos de mujeres, niñas y adolescentes. mujeresenlaabogacia@gmail.com
[1] Texto publicado el 8 de Marzo de 2021, Día Internacional de la Mujer, por Erica Baum, feminista abolicionista y abogada, secretaria del Observatorio de Normas Jurídicas y Sociales sobre Mujeres, Niñas y Adolescentes del Colegio de Abogados de La Plata, en memoria de todas las mujeres argentinas que resultaron víctimas de femicidios durante este año y de todas las mujeres que hoy se encuentran atrapadas en las redes de trata y explotación sexual.
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